Ata eiquí chega o home...
Dende eiquí seguen os soños...
Este ha sido nuestro lema desde el comienzo, "los sueños", hacer sentir que existe algo más en este mundo de lo que nos quieren hacer creer, si lo hemos conseguido, hemos logrado nuestro objetivo.
Un cedé nuevo de Roger Subirana me aporta la tranquilidad de saber lo que voy a
escuchar: sentimiento y sorpresa. Esto, claro esta, olvidándome (o mejor dicho,
ya no se me pasa por la cabeza) de la calidad (que doy por sentada). Land Of
Silence es un disco que junta un montón de piezas, compuestas en estos últimos
años, de diferentes proyectos (reales o imaginarios) tan bién unidos que parece
que el tiempo es el mismo y que en ningún momento la aguja del reloj se ha
movido. Nunca podré destacar un tema de Roger por que todos (dentro de su
nacimiento, vida y muerte) contienen un ingrediente preciso y necesario para que
el resultado final sea lineal al alcance de cualquier tipo de oido y cerebro
abiertos a espacios construidos partiendo del corazón y desarrollados con una
piel sensible que acaricia la nota musical de la fantasía...real. p.d.:
...de todos modos atentos al corte número cuatro "Steel Hearts"...
hhhuuummm!
La nueva colección de la obra de Rodrigo Rodríguez, "Traditional and Modern Pieces-Shakuhachi" representa un nuevo nivel de madurez y habilidad del talentoso músico.
Once canciones traen una amplia muestra de las piezas tradicionales entrelazadas con honkyoku, obras inspiradas en la improvisación de Rodríguez, integrado en un tejido maravilloso de sonido. Sus improvisaciones en la pista seis, al igual que en "The bird of Happiness", demuestran claramente la admiración del músico por "las técnicas clásicas que se emplean para contar una historia diferente que en el original "Tsuru No Sugomori".
A lo largo del álbum, esta perfecta combinación de tradición con nuevo material ofrece una experiencia sonora maravillosa, no sólo la introducción de nuevas personas a la profunda resonancia del shakuhachi, pero proporcionando inspiración para crear música con el sonido tradicional encantador. Curiosamente, esta colección particular, tiene un buen número de pistas que son adecuadas para dúos, así como otras para un enfoque algo poco frecuente en este instrumento.
Los meditadores también pueden encontrar en esta colección un buen acompañante para sus pre-y post-momentos de sentarse, ya que genera una atmósfera muy apropiada . Rodríguez tiene una clara pasión por esta música, que supone un gran apoyo a la tradición meditativa. Al igual que con varios de sus discos anteriores, los nombres de varias canciones se inspiran en las prácticas y conceptos budistas, también en consonancia con la tradición monje Komuso.